Winnie aún guarda buenos recuerdos de su infancia en San Juan.
"Mi parte favorita era ir con mi abuela a su casa de campo durante el verano", recuerda. "No teníamos televisores, videojuegos ni Internet. Aprendí un poco de todo, incluyendo el manejo de las vacas, la siembra, la pesca, la construcción y la mecánica. Mis primos y yo íbamos a la playa todos los días en four tracks. Esos fueron los mejores momentos."
Dado que incluso las vacaciones de infancia de Winnie incluían actividades útiles, no es de extrañar que considere que sus amigos y familiares le describan como honesta, trabajadora y organizada.
"Aprendí de mi padre a trabajar duro cada día, y de mi madre los valores para ser mejor persona", dice. "Mi madre siempre decía: 'trata a la gente como te gustaría que te trataran a ti', y, para mí, esa es una regla de oro. Ahora, mi mayor motivación son mis propios hijos. Quiero que tengan éxito y enseñarles estos valores para que sean buenos seres humanos."